¿Qué comen los perros?
La comida para perros es un factor muy importante para mantenerlos sanos, fuertes y felices. Para conseguirlo debemos proporcionarle alimentos de buena calidad y mantener una dieta lo más equilibrada posible. La gran mayoría de personas que adoptan perros tienen dudas acerca de su alimentación. ¿Qué comen los perros? ¿Cuál es la mejor comida para mi perro? ¿Qué debo darle de comer? ¿Qué es mejor la comida húmeda o seca, artificial o natural? En esta guía para la alimentación de los perros os aclararemos todas estas dudas y más.
¿Qué comen los perros?
La comida influirá directamente en la calidad y duración de la vida de nuestra mascota. Desde el destete del cachorro y a lo largo de toda su vida deberemos proporcionarle los nutrientes necesarios. La falta o exceso de alguno de los nutrientes puede causar problemas de salud a nuestro perro. Con una buena dieta equilibrada eligiendo un buen alimento adecuado conseguiremos mantenerlo sano y fuerte.
Entonces ¿Cuál es la comida más apropiada para mi perro? ¿Qué debe comer o qué debo darle?
Cada perro es un mundo y no existe una regla por la que un alimento sea más apropiado que otro. A unos les irá bien una determinada dieta con unos determinados alimentos y a otros necesitarán otro tipo de dieta. Por eso es importante leer bien los ingredientes y asegurarse de que contenga todo lo necesario.
La comida aconsejable y más apropiada para darle a nuestra mascota es el pienso. Lleva todos los nutrientes y vitaminas que necesitan para su crecimiento y desarrollo. Con una buena alimentación de pienso de alta gama para perros es suficiente para tenerlos en perfecto estado de salud. Si tenemos cualquier duda deberemos acudir al veterinario para que nos aconseje.
Existen en el mercado diferentes formatos de pienso de buena calidad para perros. En cualquier tienda canina especializada podemos encontrar los alimentos de 3 formas: Seca, Húmeda y Congelada.
¿Qué es la comida seca y húmeda?
Es la gran pregunta que nos hacemos a la hora de ir a comprar la comida para nuestro perro. Lo primero que debemos tener claro es que ninguna es mejor que la otra. Simplemente se trata de aportar los mismos nutrientes solo que de forma distinta. A continuación os mostraremos las diferencias entre los alimentos secos y húmedos y cuáles son sus ventajas e inconvenientes.
Alimentos secos
La mayoría de propietarios caninos alimentan a sus mascotas a base de alimentos secos extrusionados o piensos completos. Son los más vendidos ya que son muy cómodos al no llevar ningún tipo de preparación. Además tampoco requiere ningún requisito especial para conservarlo y duran mucho más tiempo sin deteriorarse. A diferencia de la comida en lata el pienso puede permanecer en el plato todo el día perfectamente. De ahí que sea bastante más económica que la comida húmeda o enlatada.
Otra ventaja que tienen es que, con el pienso, mantienen una buena higiene bucal diaria. Les obliga a masticar y triturar el alimento ayudando a eliminar el sarro y reducir la aparición de placas dentales.
Los alimentos secos en croquetas están hechos, como su propio nombre indica, con diferentes ingredientes secos y molidos. El ingrediente principal es la carne (cordero, pollo, pavo, etc…) y además contienen cereales, vitaminas, minerales y productos lácteos. Se pueden elaborar de 4 formas distintas:
Extrusión:
Este proceso es el más común y permite una cocción rápida del almidón de los alimentos. De esta forma se consigue aumentar el sabor y la digestibilidad. El proceso consiste en triturar los alimentos crudos y posteriormente cocerlos en una gran hoya de vapor. Una vez extrusionado el alimento se seca y se enfría. Algunas marcas lo cubren con una capara de aceite o grasa para incrementar su sabor. Con este proceso también se eliminarán todos los parásitos que puedan contener. Aunque es posible que por las altas temperaturas se puedan perder algunos nutrientes como vitaminas, aminoácidos y enzimas.
Horneado:
Es el método más utilizado para elaborar las galletas o premios para las mascotas. Este proceso cocina el alimento a una temperatura más baja que la utilizada en la extrusión. De esta manera permanece más tiempo. Con este proceso, el alimento pierde parte de sus nutrientes, pero adquiere una mayor concentración de aire. Lo que hace que alimentos como las croquetas, sean más crujientes conservando parte de los minerales, vitaminas y proteínas.
Prensado en frío:
Mediante el presado en frío se comprime el pienso mediante su exposición a temperaturas muy bajas. De esta manera se logra conservar sus cualidades nutricionales y, además, se conserva mucho mejor su sabor original. Este proceso también es conocido como «peletizado». De ahí, que aplicando este método, no hace falta añadir nada más al pienso, ni tampoco necesita añadir más vitaminas no otros nutrientes. Con este método se garantiza una buena nutrición mejorando la digestión de nuestra mascota. Además, este proceso produce menos contaminación ambiental.
Deshidratado al aire:
Mediante este método se logra retirar el agua y la humedad del alimento. Para ello se somete el alimento a un proceso físico lento y suave, en el cual se expone a una corriente de aire templado/caliente a una gran velocidad. De esta manera se consigue que los nutrientes permanezcan intactos. Los cuales se regeneran añadiéndoles agua tibia unos minutos antes de que se ingieran. Gracias a este proceso los alimentos se conservan perfectamente durante un largo período de tiempo sin la necesidad de utilizar conservantes. Únicamente debe permanecer cerrado en su recipiente original. Otra de las ventajas es que ocupa mucho menos espacio.
Alimentos húmedos
La comida húmeda es la que más le gusta a los perros ya que tienen un intenso sabor y les encanta el aroma que desprende. Además, posee una alto contenido en agua, con lo que es una buena elección para aquellos ejemplares que no suelan beber mucha al cabo del día.
¿Qué diferencia hay entre los alimentos secos y los húmedos?
La principal diferencia entre un alimento seco (el pienso para perros) y un alimento húmedo (las latas de comida para perros) está en el contenido de agua que llevan. En el caso del pienso, suele llevar entre un 3% y un 12%, mientras que en una lata está entre el 60% y el 80% de agua. De ahí que el pienso se puede conservar en buen estado mucho más tiempo que la comida húmeda.
Otro de las principales diferencias está en la aportación de energía. Mientras que con una pequeña cantidad de pienso le suministramos una gran cantidad de energía a nuestro perro, para lograr esa misma cantidad con alimento húmedo necesitaríamos el doble o incluso el triple. A nuestra mascota siempre le será más apetitosa la comida húmeda que la seca, pero hay que tener en cuenta que ésta lleva más cantidad de grasas. Por eso es recomendable que el alimento sea pienso seco para evitar problemas de obesidad.
Alimentos congelados
Los alimentos congelados para perros son cada vez más populares entre los propietarios caninos, como la dieta BARF congelada para perros. La congelación es un método eficaz para almacenar y conservar alimentos. Este tipo de alimentos proporcionan la misma calidad nutricional que la que puedan contener el pienso y la comida enlatada para perros. Proporcionarle comida congelada a nuestra mascota es totalmente seguro. No obstante, como siempre se recomienda que para cualquier duda o información más específica acudir a un veterinario.
Dentro de la comida congelada, podemos encontrarla de dos tipos:
- Comida cruda congelada: es un tipo de dieta basado en ingredientes crudos como carne, verduras, frutas y en algunas ocasiones llevan huesos. También se conoce como dieta BARF.
- Comida cocida congelada: está entre la comida cruda y las croquetas o latas de comida para perros tradicionales. Contienen ingrediente como carne cocinada, verduras o frutas.
¿Cuánta cantidad de comida hay que darles?
La cantidad de alimento que hay que suministrarle va en función de su edad y tamaño.
Los perros de raza pequeña suelen necesitar alimentos que contengan más calorías. Sus alimentos deberán de ser ricos en proteínas, grasas y carbohidratos. También necesitarán menos cantidad.
En cambio, los perros de raza grande necesitarán alimentos ricos en proteínas y menos grasas para evitar el sobrepeso. Al tener el metabolismo más lento que los de raza pequeña necesitan comer más.
Siempre contando que nuestra mascota necesita realizar algo de ejercicio para evitar problemas como la obesidad, problemas respiratorios, etc…. Cuanta más actividad física realicen más cantidad de vitaminas, proteínas y grasas deberá contener su comida. En los perros adultos la ración diaria aconsejable es de 1 o 2 veces al día dependiendo de su peso.
¿Qué comida necesitan según la edad?
La comida de un cachorro no es la misma que para un adulto. Cada una es específica y contiene lo necesario para que transcurra su desarrollo con normalidad. Hay que darles en cada momento la cantidad apropiada con sus ingredientes adecuados.
¿Cuál es la comida adecuada para un cachorro?
Existen infinidad de tipos y clases de piensos para nuestro cachorro. Es importante darles la comida adecuada especial para ellos ya que influirá en su desarrollo y crecimiento. Su pienso suelen ser bolitas muy pequeñas para que les sea más fácil digerirlas. La alimentación debe estar equilibrada y adecuada para su edad. Serán ricas en proteínas y nutrientes, muy energética y con mucha fibra. También deberá estimularle las defensas para fortalecerles de posibles enfermedades contagiosas.
¿Cómo alimentar a un cachorro?
Hasta los 10 o 12 meses de edad, dependiendo de la raza, hay que darles su pienso específico. De esta manera evitaremos tener que darles suplementos o cualquier alimento adicional y crecerá sin problemas. En los cachorros habrá que darles 3 ó 4 veces de comer diariamente. Durante los 2 primeros meses habrá que humedecer con agua el pienso para que les cueste menos masticarlo.
¿Cómo alimentar a un adulto?
A partir del año de vida dejas de tener un cachorro y esto conllevará a cambiar de pienso. Ya pasarás a darle una alimentación lo más saludable posible. Estará basado en pescado y en carne fresca de ternera, de pollo o de cordero. Hay que tener especial cuidado con los que contengan derivados de éstos ya que no son muy recomendables. No deberán contener soja, trigo, harina o maíz para evitar problemas en la digestión y posibles alergias. Tampoco llevarán conservantes químicos ni aditivos, sino que deberán ser productos naturales. Serán ricos en vitaminas, frutas, cebadas y ver que los carbohidratos procedan del arroz, levadura o de avena.
Es importante leer las indicaciones del contenido del alimento para asegurarnos de los ingredientes que llevan. Éstos tienen que ser claros y bien detallados.
¿Qué comida necesitan según el tamaño?
Como ya hemos dicho anteriormente, dependiendo del tamaño de nuestro perro necesitarán una alimentación específica. En perros de talla grande necesitarán un pienso muy digestivo y rico en calorías para su desarrollo largo y lento. Es importante que contenga vitaminas C y E.
En cambio, en perros de talla pequeña necesitan un pienso tipo croquetas o bolitas pequeñas. De esa manera al masticar eliminarán las placas de los dientes las cuales son muy frecuentes. La cantidad de grasas deberán ser mínimas para evitar el sobrepeso. Para evitar problemas digestivos deberán llevar ingredientes como fruta, avena, fibra, etc….
Precauciones en la alimentación
El principal cuidado que hay que tener es la de no darle comida de la que cocinamos para nosotros. Es muy común mientras que comemos le vamos dando para que coman. Esto produce alteraciones en su organismo e incluso pueden sufrir una intoxicación alimentaria.
Tampoco hay que darles de comer alimentos prohibidos para ellos como por ejemplo: chocolates, huesos, carne cruda, leche, dulces, golosinas, etc… Todos estos son perjudiciales para su salud e incluso producir enfermedades muy graves.